Alboronia para aportarnos calor


Alboronia para aportarnos calor

Alboronia por Tomas Hinojal en Recetas de Alarma

Vamos a ver si hoy ponemos un poco de calor a esta montaña rusa de emociones en que se convierte este encierro. Uno de los platos más amoroso que conozco es la Alboronia. Se trata del Pisto original, es decir el que se cocinaba antes de que llegarán tomates y pimientos de América, con cebolla, calabacín, berenjena, calabaza, hinojo y siempre algo de fruta.

Nosotros no somos tan puretas así que nuestros ingredientes son:  cebolla, ajo, tomate, pimientos rojos y verdes, berenjena, calabaza y manzana.

Empezamos poniendo a fuego fuerte una olla ancha y baja pochando intensamente dos cebollas y tres dientes de ajo muy picados en quince centilitros de aceite de oliva virgen hasta que cojan color, moviendo sin parar unos diez minutos. Picar medio pimiento rojo y uno verde italiano y saltear otros cinco minutos más. Añadir una lata de tomate troceado de medio kilo y bajar el fuego a medio. Cocinar unos veinte minutos hasta que reduzca casi a la mitad. Mientras tanto pelar y trocear una berenjena en cubos para dorarla a fuego medio en una sartén antiadherente SIN aceite hasta que se dore (cinco minutos). Nos da tiempo también para pelar una manzana y el equivalente en peso de una calabaza, trocearlas y dejarlas caramelizar en una sartén a fuego medio-alto con dos cucharadas rasas de azúcar moreno y dos cucharadas de agua. Te llevara unos quince minutos. Juntar las berenjenas, la calabaza y la manzana y una pizca de pimentón con el resto del guiso. Mezclar, salpimentar y guisar diez minutos más para terminar el plato. Ni que decir tiene que mañana estará más rico que hoy. Y con un huevo frito para qué contarles…

De segundo unas Albóndigas de añojo en una salsa clásica encebollada. Como siempre os doy cantidades para cuatro encantos de personas. Disponer en un bol seiscientos gramos de carne picada, dos dientes de ajo rallados o picados muy finos, una cucharada de perejil picado y dos huevos enteros. Salpimentar y reposar en la nevera media horita. Mientras pochar dos cebollas hermosas muy picadas con tres dientes de ajo en diez centilitros de aceite de oliva virgen. Pochar hasta reducir a la mitad y que coja un bonito color caramelo, unos quince minutos a fuego medio. Aprovechamos para hacer las albóndigas del tamaño que más nos guste, enharinarlas y freírlas suavemente en una sartén o cazo pequeño con dos dedos de aceite.  Vaciar el cazo de aceite en una aceitera y verter la harina tostada que queda en el fondo al pochado de cebolla. Añadir media copa de vino blanco y reducir. Finalmente añadir veinticinco centilitros de caldo de carne, darle un hervor de cinco minutos y triturar levemente con la batidora de brazo. Colocar en esta salsa las albóndigas y dejarlas reposar en ella al menos quince minutos. Y De guarnición lo mejor un arroz blanco como el que os expliqué antes de ayer, pero también le van unos tallarines chinos (de esos superrizados como un somier antiguo) simplemente cocidos un minuto y salteados con una gota de aceite de oliva virgen.