Segundo día de confinamiento


Segundo día de confinamiento

Buenos días. Empezamos por el final. Hay que terminar el Cocido y terminarlo lo más vitamínico que podamos. Para ello, primero ponemos a punto de sal el puchero (quien quiera puede poner media cucharadita de cominos molidos o meter 5 minutos un manojito de hierbabuena para darle un punto digestivo al homenaje).

Luego vamos a cocinar, en una cazuela aparte con caldo hirviendo, el chorizo que quieras añadir, las zanahorias en rodajas bien gordas y las judías verdes abiertas a lo largo y troceadas no más de 10 minutos, volviendo después el caldo desgrasado a la olla principal. Aparte cortar en una juliana muy fina el repollo (si podéis con una mandolina fina) y saltearla en 3 cucharadas de aceite de oliva virgen con un poquito de sal en una cazuela con tapa unos 10 minutos a fuego medio moviendo y tapando para que se cocine en su vapor sin quemarse.

Lo que queda ya es lo que todos hacemos a nuestro estilo que es presentarlo y servirlo en uno, dos o tres vuelcos (sopa, legumbre y verduras, carnes). Solo os comento una trampa. La sopa suele quedar un poco aguada porque se toma el mismo día que se cocina. Al día siguiente espesa, pero si no quieres esperar tritura finamente dos o tres cucharadas de garbanzos cubiertos con caldo y dilúyelo en el resto de la sopa. Un puñadito de fideos de los mas finos que encuentres y muy poco cocinados y tendremos la mejor sopa del mundo. El resto acompañarlo con guindillas, piparras, corujas en ensalada o tomate frito casero para convertirlo en un homenaje.

Una siesta de una hora es condición imprescindible para digerir una de las comidas más sanas y completas del recetario español.

Para mañana os propongo que preparéis de primero una calabaza asada con una salsa de queso fundido (quesitos), un poco de cebolla frita (de la que se vende hecha) y otro poco de morcilla salteada, Y de segundo unas tiras de pollo Preferiblemente pechuga) empanada servidas con una ensaladita de lechuga y salsa Cesar casera, para la que necesitareis una latita de anchoas baratitas, queso rallado fino (de esos trocitos que se quedan duros en la nevera) y mahonesa. Preparad los ingredientes y mañana os cuento.

Abrazos telemáticos para todos. E insisto: paciencia y recordad que os queréis.